Mitología de las Fuentes de los jardines

libro-recorrido-mitologicoToda la información se ha conseguido del libro «RECORRIDO MITOLÓGICO. Por las Fuentes de los Jardines de La Granja», de Francisco Herrero que editó la Editorial Biblioteca Icaro. ISBN 84-605-2775-1

El libro es una guia ilustrada de las Fuentes del Palacio de San Ildefonso que describe y hace referencia a su significado mitologico. Siempre en un lenguaje sencillo y asequible, Francisco Herrero nos invita tambien en un curioso recorrido por esas otras fuentecillas de agua potable a solazarnos con su entorno y con la lectura de unos cuentos cortos incluidos en esta obra

Desde aquí quiero agradecer a Paco Herrero que me haya permitido usar el libro que escribió su padre, a la vez que animo a todos a adquirir este libro.

Fuente de la Selva

Autor: Jean Thierry.

Personajes principales: Pomona y Vertumno.

Fuente de La Selva. Pomona y Vertumno

Siguiendo la fachada principal de Palacio hacia el norte, nos encontramos con una balaustrada desde la que se puede admirar la fuente de La Selva; si bajamos por su doble escalinata, guardada por dos leones en mármol y llegamos hasta la Ría, podemos admirar la belleza de esta fuente que actualmente no funciona.

Pomona, diosa de los frutos entre los romanos, pasaba su vida entregada al cultivo de los árboles frutales. Amiga de pastores y hortelanos, desdeñaba con énfasis los requisitorios amorosos de los dioses campestres, hasta el punto de levantar altos muros en sus huertos, para impedir el paso a sus numerosos pretendientes.

Vertumno, era considerado el dios de las estaciones. Su nombre de origen latino, significa cambio, mudanza. Y efectivamente, cambia a lo largo del año dando lugar a las cuatro estaciones. Enamorado locamente de la inocencia, sencillez y belleza de Pomona, intenta por todos los medios conectar con ella y rendirla a sus súplicas y requiebros. Encerrada en sus huertos y jardines, Pomona ignora o no hace caso de tales requerimientos.

Vertumno no desmaya y se disfraza de la gente que ella trata: hortelano, labrador, jardinero, viñador, pastor… sin ningún resultado. A pesar de todo, no se da por vencido y ensaya su último disfraz: según unos de noble anciano, según otros de vieja celestina… el caso es que logra traspasar el huerto de Pomona y charlar amigablemente con ella.

Fue tal la elocuencia que desarrolló al contar la fama, las virtudes, la elegancia, la juventud y belleza de Vertumno, que , Pomona, sintiendo lejos el peligro, poco a poco se va interesando en la charla y acaba extasiada oyéndole, y ya casi lamentando para sus adentros, que no estuviera presente el tal Vertumno. Este aprovecha el éxtasis de la amada y quitándose el ropaje y la careta queda ante su diosa con todo el vigor juvenil, cautivando el corazón de Pomona.

Es el momento que Thierry, capta y plasma en la fuente.

Descripción de la fuente

Fuente de la SelvaConstruida sobre una explanada en declive, está formada por un estanque de forma ovalada, dividido a su vez en cuatro subestanques, sobre los cuales discurre el agua en forma de cascada. En la parte alta del estanque una gran cabeza de anciano -¿ Río Duero?-, arroja un fuerte chorro de agua. Junto a él una ninfa con su paleta, trata de desviarla y detrás un geniecillo ofrece frutos variados al viejo y a la ninfa para que descansen de sus inocentes juegos.

En el segundo subestanque hay nueve ramos o hacecillos de espadañas o cereales con surtidores verticales.

En el tercero está el grupo principal: Pomona y Vertumno en el momento en que éste se quita el disfraz. A su alrededor varios niños o geniecillos con guirnaldas de flores, y entre ellos, un canastillo con frutas del cual se eleva un surtidor, rodeado en su base por otros muchos semejando un haz de trigo.

En la última parte del estanque, dos grupos de amorcillos celebran el «sí» de Pomona y en su alegría, tratan de derribar el cuerno de la abundancia entre los aperos y herramientas de fruticultura y jardinería.

En la explanada de la fuente hay cuatro estatuas de mármol y junto al muro que sostiene la escalinata, hay una enorme estatua acostada que según unos es Cleopatra, y según otros es Ariadna.


La carrera de caballos

Autor: René Frémin y Jean Thierry.

Fuentes de los Caracoles

Fuentes de los CaracolesSon dos fuentecillas, una a cada lado de la fuente del Abanico. Representan un cupido o amorcillo con el cuerno de la abundancia en las manos, pero las frutas han sido sustituidas por mariscos, entre los cuales hay caracoles, de dónde toman su nombre. Ambas tienen un surtidor vertical.

Fuente del Abanico

Fuente del abanico

Es otra pequeña fuentecilla, llamada así, por la forma que adquiere al salir el agua por el surtidor principal. Representa una ninfa sentada con dos amorcillos que acarician un delfín, de cuya boca sale también un surtidor.

Fuente de Neptuno

Personaje mitológico: Neptuno

Fuente de NeptunoNeptuno es el dios del océano o del mar. Hijo de Saturno y Cibeles. Se rebeló contra su hermano Júpiter y éste le arrojó del Olimpo.

Ya en la tierra, Neptuno tuvo que ganarse la vida como cualquier mortal: ayudó a levantar las murallas de Troya, construyó altos malecones para evitar las invasiones del mar, y realizó otros muchos trabajos, hasta que reconciliado con su hermano volvió al Olimpo y se dedicó por entero al gobierno del inmenso imperio que le fue confiado, que no sólo abarcaba los océanos y mares, sino que también era dueño y señor de las islas, penínsulas, incluso de continentes, terremotos y volcanes. Se le atribuyó la creación del caballo y el arte para domarlo.

Suele representársele como un hombre de edad madura, ancho pecho y vigorosas espaldas. Su cetro es el tridente.

Ser tan poderoso, tenía poco éxito en su vida amorosa. Enamorado de Anfítrite, la pidió en matrimonio, pero le rechazó. Un delfín compadecido de Neptuno, hace de celestina, y muestra a Anfítrite las enormes riquezas del rey repartidas por todo el imperio, los maravilllosos palacios submarinos, los homenajes de sus súbditos… La ninfa, mujer al fin, ante tanta gloria, poder y riqueza, olvida pronto el aspecto rudo y tostado del pretendiente, su piel cubierta de soles y sales, y accede a desposarse con Neptuno.

Descripción de la fuente

La fuente está formada por un gran estanque rectangular, con ángulos redondeados. En el núcleo central, Neptuno está de pie sobre una carroza marina arrastrada por vigorosos hipocampos o caballos marinos (Cabeza de caballo y cola de pez), guiados por geniecillos. Tritones – hombres pez-, y delfines escoltan la carroza. A proa un tritón sostiene a un delfín que lanza por la boca el mayor y más alto surtidor de agua de estas fuentes, como si quisiera anunciar a los cuatro vientos la majestad y el poderío del rey que pasa.

A popa un hipocampo, y sobre él, un genio que sostiene el cuerno de la abundancia va pregonando que allá por dónde pasa su señor, la riqueza es segura. Acompañan al genio dos tritoncillos.

Todas las figuras tienen surtidores que producen maravillosos juegos de aguas.

Fuente de Apolo

Personajes mitológicos: Apolo, Minerva, Serpiente Pitón, La Ignorancia.

Apolo o Efebo, conductor del carro del sol, o el sol mismo, fue hijo de Júpiter y Latona y hermano gemelo de Diana.

Fuente de Apolo

Muchas desgracias le esperaban a Apolo. Presenció la muerte de su hijo Esculapio, famoso médico, y no atreviéndose a enfrentarse con Júpiter, mató a los cíclopes que forjaban el rayo, hazaña que le valió ser arrojado del Olimpo y condenado a vagar por la tierra como un simple hombre. Trabajó en los más variados oficios, siendo muchos años pastor de los rebaños de Admeto, rey de Tesalia.

Tuvo un gran amigo, Jacinto, a quien enseñó a tocar el laúd y el arpa, pero celoso Céfiro de esta amistad, desvía el disco de los juegos, y hace que Jacinto muera. Apolo sólo tiene el consuelo de verlo transformado en flor: el jacinto.

No todo era malo para Apolo, pues reunía maravillosas cualidades y belleza física, una voz encantadora y gentil porte. Perdonado, retorna al Olimpo, donde Júpiter le repone en su antiguo cargo. Apolo ocupa un lugar muy destacado entre los dioses: dios de la medicina, creador de la poesía y de la música, protector de los campos y pastores, famoso por sus oráculos. Como dios de las Artes, se le representa como un joven imberbe, al aire sus cabellos, con una lira en la mano y ceñida su frente con una corona de laurel. Como dios de la luz, aparece coronado de rayos recorriendo el cielo en un carro de fuego tirado por cuatro caballos blancos.

Minerva, diosa de la sabiduría, tuvo un nacimiento muy extraño. Se cuenta que Júpiter sufría tremendos dolores de cabeza y rogó a Vulcano, que le abriese el cráneo de un hachazo. Así lo hizo. ¿Fue esta la primera trepanación?, y para sorpresa de todos, de él salió Minerva, doncella de unos veinte años y armada hasta los huesos. Pronto fue admitida al Consejo de los dioses, con numerosas prerrogativas. Tuvo el privilegio de disponer del rayo, conceder el espíritu profético, poder prolongar la vida de los mortales o premiar sus virtudes después de la muerte.

Fue proclamada protectora de sabios y artistas, pues había inventado la escritura, pintura, bordado etc. También entendía de música y tocaba entre otros instrumentos el arpa y la lira. A pesar de su belleza, lozanía y poder, Minerva fue celosa y vengativa con su rivales y así, los preciosos rizos de Medusa, los transformó en serpientes porque osó competir con ella. A Aracne la convirtió en araña, porque la superaba en el bordado. Se ha representado siempre como una fornida, pero esbelta doncella. En la mano derecha sostiene una lanza, en la izquierda un escudo, sobre el pecho se ajusta una coraza que tiene grabada la cabeza de Medusa, y su cabeza la cubre con un casco con penacho.

Los autores han recogido en esta fuente en el momento en que Apolo da muerte a la serpiente Pitón y celebra con Minerva su triunfo.

Descripción de la fuente

El estanque sobre el que se alza es rectangular, con los lados menores curvados y subdividido en cuatro estanques más pequeños formando una cascada. En el frente del estanque superior hay un mascarón: representa un río que despide un fuerte chorro de agua. En los estanques intermedios unos tritoncillos juegan con dragones. En el último subestanque está Apolo, sentado sobre un peñasco. Representa el momento cumbre de su vida. Tiene una lira en la mano y a sus pies yace la serpiente Pitón. Dos geniecillos le ofrecen flechas por si las necesitara… y una corona de laurel.

Frente a él está Minerva apoyada sobre su escudo, rodeada de los atributos de las Ciencias, le rinde homenaje de admiración y respeto, al mismo tiempo que acosa a la ignorancia que se arrastra por el suelo. De todas la figuras salen surtidores de agua elevándose a veinte metros el que sale de la serpiente.

Estanque de la Media Luna

Fuente de la media lunaSe llama así por su forma. Tiene dos enormes dragones que arrojan abundante agua por sus fauces.

Fuente de Andrómeda

Es la más alta e importante de la Carrera de Caballos tanto que, al igual que la de la Fama y la Cascada frente a Palacio, tiene parterre propio con maravillosos cedros y secoyas.

Personajes mitológicos: Andrómeda, Perseo, Monstruo, Cabeza de Medusa, Minerva y amorcillos.

Vamos a alterar el orden de los personajes y comencemos por Perseo.

Era hijo de Danae y de Júpiter. El oráculo le reveló a Acrisio, rey de Argos, que su nieto le mataría. Naturalmente, Acrisio trata de impedirlo encerrando a su hija en una fortaleza de bronce. Pero nada ni nadie puede impedir que Júpiter, el dios de los dioses, llegue hasta ella en forma de lluvia de oro, la rapte y se despose secretamente con ella, naciendo de éste amor Perseo. Enterado Acrisio, abandona a madre e hijo dentro de una barquilla en medio de un mar encrespado. Es natural que cualquier persona normal hubiera perecido, pero Júpiter vela por ellos y los deposita en las playas de Serifea, donde son recogidos por un pescador que los lleva a presencia del rey Polidecto, quien encarga de la educación de Perseo a los sacerdotes del templo de Minerva.

Fuente de Andromeda

La primera es la lucha contra las Gorgonas. Una de ellas, Medusa, en lugar de cabellos, tenía serpientes, y su aspecto era tan asqueroso y horrible que convertía en piedra a todos los que la contemplaban. Perseo acepta el encargo y los dioses acuden un su ayuda. Minerva le cede su escudo, Mercurio sus alas de pies y una espada de diamante, Plutón su casco que le hace invisible. Con estas armas, y naturalmente su valor, atraviesa el océano y llega al la guarida de Medusa, sumida en aquel momento en un profundo sueño. Perseo aprovecha la ocasión, Minerva le guía el brazo puesto que no puede mirarla cara a cara y de un solo tajo, le corta la cabeza. Las otras Gorgonas despiertan pero Perseo huye volando, llevando consigo la cabeza de Medusa en la parte posterior de su escudo.

Al llegar la noche, se detiene en Mauritania, donde encuentra al gigante Atlas, a quien pide acogida, comida y descanso, pero Atlas se lo niega, ya que en un antiguo oráculo decía que un hijo de Júpiter le despojaría del trono. Entonces Perseo le pone frente a frente la cabeza de Medusa y le deja convertido en una montaña.

Amanece, remonta el vuelo plácidamente y se detiene al llegar a Etiopía. Es justo en este momento cuando entra en escena Andrómeda.

Andrómeda era hija de Cefeo y Casiopea. Llevada de la vanidad, pero en justas lides, osa disputar el premio de la belleza a Juno y se lo ganó. Juno envidiosa, envía un monstruo terrible que asola Etiopía, reino de Casiopea. El monstruo sólo cesará en su acción si le entregan como alimento a Andrómeda. Casiopea duda entre el amor de su hija y el bien de sus súbditos. Se decide en favor de éstos y entrega su hija a las nereidas para que la aten a las rocas y sea devorada por el monstruo.

Así lo hacen, y cuando el terrible animal comienza a emerger de las aguas, es el momento en que Perseo volaba sobre Etiopía. Desde lo alto advierte lo que sucede, baja hacia ella, le pregunta su nombre y el por qué de aquella situación. Andrómeda entre gritos y lágrimas se lo cuenta. Los padres le contemplan angustiados, Perseo les pregunta si se la entregarán por esposa si la salva. La respuesta es afirmativa. El monstruo sigue emergiendo, Andrómeda parece petrificada. Sólo sus ojos implorantes siguen los movimientos de Perseo. Este se aleja, sube, parece que no quiere saber nada. Los espectadores lanzan un ¡oh…! decepcionados. El animal ya va a alcanzar los pies de Andrómeda…, todos lanzan un grito, pero Perseo que ha calculado el tiempo y la distancia, cae en picado sobre el dragón, le abre los costados y le arranca el corazón. Cae el monstruo exánime a los pies de Andrómeda y la muchedumbre prorrumpe en una clamorosa ovación.

Es el momento que los autores han inmortalizado en la fuente.

Para curiosidad del lector, diremos que no todo acabó bien en las bodas de Perseo y Andrómeda, y que incluso llegó a cumplirse el oráculo de que habría de matar a su abuelo, pues Acrisio, sabedor de las hazañas triunfales de su nieto, caminó hasta encontrarle para reconciliarse con él y felicitarle. Se estaban celebrando los juegos de la Rayuela. En ellos participaba Perseo, que ya se había enterado de la presencia de su abuelo. Lleno de cariño y alegría, desea lucir ante él su fuerza y maestría y lanzó el disco tan fuerte, pero con tan mala fortuna, que dio en la frente de su abuelo, matándole en el acto, cumpliéndose así el oráculo.

Descripción de la fuente

En el centro del estanque se alza un alto peñasco. Andrómeda medio desnuda, aparece fuertemente encadenada a las rocas. Unos geniecillos intentan liberarla. En un plano inferior, Perseo acuchilla al monstruo, mientras le enseña la cabeza de Medusa para inmovilizarle. La diosa Minerva, vestida con sus armas, está detrás de Perseo, por si fuera necesario ayudarle.

El chorro principal sale de la boca del dragón moribundo y alcanza una altura de treinta y siete metros, altura sólo superada por la fuente de la Fama.

En la plaza de Andrómeda, donde concurren las llamadas ocho calles de Andrómeda, están ubicadas las siguientes estatuas:

  1. Un sileno a medio vestir con una piel de macho cabrío. Sujeta un tirso con la mano.
  2. El Honor, hombre con vestidura romana, coronado de laurel y un clarín en la mano derecha.
  3. Eólida, esbelta joven que sostiene un manto inflamado por el Céfiro, y a sus pies descansan dos cefirillos.
  4. Nereida con delfín.
  5. Júpiter tonante. Le conduce un águila y su derecha sostiene un haz de rayos.
  6. Cibeles, con corona de torres y el cuerno de la abundancia.
  7. Erato, musa de la poesía lírico-amorosa, coronada de laurel con la lira y el arco.
  8. Fauno coronado de hiedra y con una flauta en la mano derecha.

Fuente de los Baños de Diana

Autor: Demaudré y Pitué, sobre planos de Don Santiago Bouxeo.

Es la última de las fuentes que se construyó. No se escatimaron medios para realizarla. Se cuenta como anécdota, que Felipe V después de ver funcionar a esta fuente, exclamó:

«Tres minutos me has divertido pero tres millones me has costado» (Tres millones de reales de vellón).

Personajes mitológicos: Diana. Acteón. Ninfas.

Fuentes baños de DianaDiana, hermana de Apolo, hijos ambos de Latona y Júpiter, según acabamos de decir en la fuente de las Ranas, dedicada por completo a la caza se iba haciendo insensible a las muchas solicitudes de pretendientes que deseaban conseguir su amor. Parece ser que una sola vez, había mirado con ojos de mujer a Eudimión, bello pastor de Caria, que no envejecía nunca. Pero acostumbrada a perseguir con saña a los más feroces animales, fué adquiriendo un carácter inhumano, como lo refleja la muerte de Acteón.

Era Acteón hijo de Aristeo y de Autonae. Tenía por aficiones la caza y tañer la flauta. Un caluroso día, después de haber cobrado numerosas piezas, reune a sus compañeros y se entregan al descanso. Cerca estaba el Valle de Gargalia, un pequeño paraíso terrenal consagrado a Diana. Aquel dia, también Diana sudorosa y cansada de sus correrías cinegéticas, llega al valle con sus ninfas y para refrescarse se dispone a darse un baño.

Acteón después de un pequeño descanso, se separa de sus compañeros, unos opinan que para tañer la flauta, otros, que para buscar a Diana de la que estaba enamorado, el caso es que abstraído en sus sueños o en sus notas, vagando por el bosque y seguido de sus perros, desemboca en el remanso del río donde Diana se baña desnuda.

Las ninfas sorprendidas lanzan un grito. Diana se percata del intruso e indignada le lanza agua a la cara con el deseo de convertirle en ciervo. Este deseo se cumple y Acteón es devorado por sus propios perros. Esta es la parte de la leyenda que parece que quisieron inmortalizar los autores de la fuente, pero quizás para evitar el horrendo espectáculo de ver a Acteón devorado por los perros, le sustituyeron por un Acteón tranquilo, tocando la flauta y Diana, escuchando sus melodías, se baña plácidamente ayudada por sus ninfas.

Descripción de la fuente

Fuente Baños de Diana

Sobre un alto murallón de piedras de sillería, hay un cuerpo central con una hornacina. A ambos lados, dos pilastras sostienen el entablamento y recostados sobre ella en forma oblicua, dos cascadas de cuatro tazas decrecientes a medida que se elevan. Corona el cuerpo central un gran jarrón con guirnaldas de flores. A ambos lados leones que sostienen en sus garras a dragones alados.

La base del cuerpo central está formado por una gradería de mármol que sirve de cascada y en ella está el grupo escultórico que da el nombre a la fuente. En la hornacina está sentado Acetona tañendo la flauta y sobre la gradería de mármol está Diana sentada como saliendo del baño y cinco ninfas a su alrededor le ayudan y perfuman. Repartidas por todo el estanque hay otras ninfas, cisnes, perros, ciervos, cuyos surtidores forman caprichosos juegos de aguas. Los leones laterales arrojan con tal fuerza el agua, que sale fuera del estanque y mojan al público frente a ellos estacionados.

Como complemento a la fuente y en la plazuela que la rodea y limita, hay seis estatuas y cuatro jarrones. Las estatuas son de mármol, así como sus pedestales y los jarrones son de plomo, todos ellos de los mismos autores que realizaron la fuente. Detrás de cada una de las estatuas figura el nombre del personaje que representa el autor. Todas son complemento de la leyenda de la fuente.


Fuente de la Fama

Autor: Demaudré y Pitué.

Fuente de la famaEstá situada al final del parterre de su nombre. Entrando por la puerta principal y mirando a la derecha, apoyados sobre la barandilla podemos admirar el maravilloso parterre formado por caprichosas figuras geométricas a base de boj, y tejos recortados. Allá al fondo, la Fuente de la Fama.

Personajes principales: La Fama, caballo alado Pegaso, la Ignorancia, la Envidia.

La Fama, divinidad de griegos y romanos, tiene cien ojos continuamente abiertos y cien bocas incansables. En continuo movimiento día y noche, recorre la Tierra de un confín a otro divulgando lo que sabe y lo que ignora, el bien y el mal, la verdad y la mentira. Nada le importa con tal de sobresalir de los demás.

Los poetas la representan con forma de mujer alada, que se remonta por los aires tocando una trompeta. En esta fuente los autores aún quisieron hacerla más ligera y la montaron sobre Pegaso, caballo alado, para que pregonase su victoria a los cuatro vientos.

Fuente de la FamaEn un estanque circular de treinta y dos metros cuadrados, se erige en el centro un peñasco de unos seis metros de altura. En la cima el caballo Pegaso y sentado sobre él, la Fama toca su trompeta que, cuando el agua sale a toda presión, se alarga hasta… cuarenta y siete metros de altura. El caballo pisa a dos guerreros ya vencidos y otros dos caen despeñados por el risco que representan a la ignorancia y a la envidia, la ruindad y la maldad, que están siempre al acecho para oscurecer a la Fama.

Del peñasco salen cuatro surtidores que vierten sus aguas en los hijares del caballo espoleándole en su loca carrera. En la base, sobre ánforas que vierten agua, hay cuatro númenes de río: dos ancianos de luenga barba coronados de plantas acuáticas y dos ninfas.

Alrededor del estanque grupos de geniecillos montados sobre delfines arrojan agua por la boca.
Esta fuente, y debido a la altura que alcanza el chorro principal, moja al público que la rodea, aún en los días más calmados y calurosos, pero es maravilloso contemplar, como diría F. Villaespesa, las cascadas de perlas y los iris multicolores que forman el sol y el agua al caer de tan ingente altura. Culmina esta fuente la sinfonía de luz y color que nos ha acompañado en todo el recorrido.

En el parterre de esta fuente, aparte de la belleza del conjunto que, como hemos dicho antes, puede admirarse desde la barandilla de la entrada y como si fuera el epílogo triunfal de nuestro recorrido mitológico de las fuentes, hay que destacar dos estatuas: Dafne y Apolo, separadas algún trecho y colocadas en ademán de correr una en pos de otra.

De Apolo ya hablamos en su fuente de la Carrera de Caballos. Dafne era hija del río Peneo. Dijimos que Apolo, por culpa del Amor, sintió una gran pasión por Dafne, pero fasta siente todo lo contrario y huye de los requerimientos de Apolo. Comienza una frenética carrera – representada por las dos estatuas del parterre -, al final Apolo alcanza a Dafne, pero ésta pide ayuda a su padre, que al ver que el perseguidor abraza a su hija, la transforma en laurel. Apolo sólo puede abrazar a un tronco de árbol, pero como consuelo arranca algunas ramas y forma con ellas una corona. Desde entonces el laurel es la mejor recompensa de los poetas, artistas y héroes.


La Cascada nueva

Autor: René Frémin y lean Thierry.

Frente a la fachada principal de Palacio hay un hermoso parterre y detrás en forma escalonada, se halla la Cascada Nueva, que está formada por las siguientes fuentes:

  • Fuente de Anfítrite.
  • Cascada propiamente dicha.
  • Fuente de las Tres Gracias.

Fuente de Anfítrite.

Personaje mitológico: Anfítrite.

Fuente de AnfitriteHicimos alusión a ella al hablar de la fuente de Neptuno. Anfítrite era hija del Océano. Como casi todas las ninfas estaba dotada de gran belleza, tanta, que el dios Neptuno, se enamoró locamente de ella. Pero dijimos que su tosco aspecto, tez tostada, barba hirsuta y fuertes músculos del dios, le producían repugnancia y asco. Sin embargo las artes celestinescas de un delfín compasivo, y los dominios, riquezas y honores que le esperaban, hicieron que Anfítrite accediese al matrimonio.

Los autores representan en la fuente, el momento en que Anfítrite, en una carroza formada por una gran concha, tirada por delfines y rodeada de náyades y un cefirillo que alienta a la barca, va en busca de Neptuno. En la parte superior del estanque, y a ambos lados, dos númenes, vierten abundante agua.

La Cascada nueva

fuente-cascada_nocturna Fuente la cascada nueva

Por encima de la fuente de Anfítrite, y aprovechando el declive del terreno, está la cascada, con amplios estanques simulando escaleras, todo de mármol, que hace irisar el agua en las bellas tardes de primavera y verano.

 

Fuente de las Tres Gracias

Coronando la Cascada y en un pequeño estanque circular, se levanta la fuente de las Tres Gracias.

Compañeras de Venus y Cupido, sus nombres son Aglae, Talía y Eufrosina. Cosí siempre se las representa dándose la mano como si fueran a danzar o levantando un brazo por encima del hombro y la cabeza, mientras que el otro va a unirse con el de la Gracia próxima, posición que los autores aprovechan para que en la fuente sostengan una especie de copa. Las Tres Gracias presiden las buenas acciones y todo aquello que puede ser útil, dulce y atractivo para la humanidad.

Descripción de la fuente

Fuente de las Tres Gracias

Sobre esta taza y de pie, están las Tres Gracias apoyadas por la espalda en la posición que arriba indicamos, sostienen la taza sobre la que hay un niño abrazando a un delfín que arroja agua hasta quince metros de altura.

A lo largo del parterre, que es muy vistoso por las filigranas y arabescos que forman plantas y flores, hay jarrones con asuntos mitológicos o de caza y seis estatuas que representan a:

  • Baco.
  • América: Joven india.
  • Ceres: Coronada de espigas.
  • África: Joven negra que sostiene una cabeza de elefante.
  • Milón de Crotona.
  • La Felicidad: Mujer con un corazón en la mano, una llave en la otra y un perrillo dormido a sus pies.

A ambos lados de la Cascada, hay también jarrones y estatuas: La Arquitectura, Minerva, un Sátiro, y Ninfa de Diana por la derecha y la Gloria, Mujer vestida y coronada de hojas y flores y Flora con el manto recogido, por la izquierda.

Detrás de la fuente de las Tres Gracias, y como digno colofón, hay un precioso templete de planta octogonal y caras desiguales, llamado el Cenador o Costurero de la Reina, con paredes de piedra roja de Sepúlveda.

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